Qué es la rizartrosis o artrosis del pulgar
¿Te duele la articulación del pulgar cuando usas el móvil, coges el mando de la televisión o una taza? Si sientes molestias al realizar movimientos de pinza en tus actividades cotidianas, podría ser una señal de que estás desarrollando rizartrosis o artrosis del pulgar.
¿Qué es la rizartrosis o artrosis del pulgar?
La rizartrosis, también conocida como artrosis del pulgar, es una enfermedad degenerativa que afecta a la articulación en la base del pulgar, donde se une al hueso de la muñeca. Esta articulación es fundamental para realizar movimientos de pinza, imprescindibles en tareas cotidianas como agarrar objetos, escribir, abrochar botones o usar el móvil. El desgaste de esta articulación puede limitar gravemente la capacidad de realizar estas actividades, lo que genera una importante discapacidad socio-laboral.
La rizartrosis es más frecuente en las mujeres, especialmente a partir de los 55 años, su prevalencia aumenta con la edad y se estima que un 8 % de las personas mayores de 55 años la padecen.
Causas de la rizartrosis
Los principales factores de riesgo para desarrollar rizartrosis incluyen la edad, el sexo (más frecuente en mujeres), la obesidad, la falta de ejercicio, desequilibrios hormonales como la menopausia precoz, predisposición genética, y factores mecánicos, como lesiones previas en el pulgar o actividades laborales que requieren un uso excesivo de esta articulación.
Estos movimientos pueden desgastar las articulaciones, especialmente en la mano dominante, lo que a lo largo del tiempo puede provocar dolor de los dedos de la mano. Además, los traumatismos agudos, como fracturas o luxaciones, pueden causar daños que se manifiestan como artrosis en la articulación del pulgar.
Síntomas de la rizartrosis
Los síntomas de la rizartrosis o artrosis del pulgar suelen empeorar con actividades que requieren un esfuerzo considerable del dedo pulgar, como escribir o sostener objetos. El dolor es el síntoma más frecuente y suele aumentar con el movimiento, aunque se alivia con el reposo. En las fases tempranas, el dolor no suele ser nocturno, pero puede intensificarse a medida que la enfermedad avanza.
Además del dolor, las personas con rizartrosis pueden sufrir inflamación, rigidez y contracturas musculares en la zona afectada.
A medida que la enfermedad progresa, se puede notar una disminución en la capacidad para extender el dedo pulgar y una deformidad en la articulación, que puede volverse más alargada o huesuda. También se pierde progresivamente la fuerza en la función de pinza, lo que dificulta tareas cotidianas.
Tratamiento o soluciones para la rizartrosis
El tratamiento de la rizartrosis tiene como objetivo aliviar el dolor, frenar su progreso y mejorar la funcionalidad de la mano. En la mayoría de los casos, se busca evitar la cirugía, reservándola solo para las situaciones más graves.
Para tratar los síntomas de la rizartrosis, se emplean diversas estrategias, como:
- Tratamiento farmacológico: analgésicos y antiinflamatorios (paracetamol, ibuprofeno, diclofenaco, entre otros), e infiltraciones de ácido hialurónico o corticoides en la articulación afectada.
- Tratamiento conservador: uso de férulas nocturnas o muñequeras para la rizartrosis, como la Muñequera de soporte de pulgar* de Aposán, cuyo diseño mantiene el dedo pulgar en posición antiálgica y en oposición a los demás dedos. Esta muñequera de talla única es de fácil ajuste mediante velcro e incorpora férula de aluminio moldeable.
Fabricada en España, esta muñequera transpirable está confeccionada con un tejido tricapa, sin látex. - Tratamiento quirúrgico: se recurre a él cuando el dolor es persistente y no responde al tratamiento conservador. Existen distintos procedimientos cuya indicación dependerá de la gravedad del caso y las características del paciente.
Además, para convivir con la rizartrosis y minimizar los síntomas es recomendable seguir estos consejos:
- Evitar realizar la "pinza" con el dedo pulgar y el índice; sujetar los objetos con las palmas de las manos en lugar de los lados.
- No cargar peso excesivo con las manos; redistribuir el peso entre el antebrazo y el hombro.
- Utilizar utensilios eléctricos en lugar de manuales (como exprimidores, batidoras, tiradores de cremalleras) y cubiertos ligeros, como los de plástico o aluminio.
- Realizar baños de manos con agua caliente (37-40 °C) para reducir la rigidez.
- Hacer rehabilitación y ejercicios diarios de estiramiento, flexión y extensión para mejorar la movilidad.
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*PRODUCTO SANITARIO. Cumple la normativa vigente de productos sanitarios.
Fuente:
- Rizartrosis o artrosis del pulgar. Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.
- Artrosis. Monografías American Academy of Orthopaedic Surgeons. Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
- Elaboración propia